lunes, 30 de abril de 2018

NANCY FABIOLA HERRERA EN EL TEATRO COLÓN: “YA ES HORA DE QUE NUESTROS PROGRAMADORES APUESTEN POR LA ÓPERA EN ESPAÑOL”


Por primera vez en la Argentina, la gran mezzosoprano canaria tendrá el rol protagónico en "La italiana en Argel", ópera bufa de Gioachino Rossini. En diálogo con Infobae Cultura, contó cómo pasó de estudiar turismo a conquistar los principales roles del repertorio operístico, y de cantar boleros, negro spirituals y coros de zarzuelas, a convertirse en una estrella indiscutible de la lírica actual
Por Rodolfo Biscia


Nancy Fabiola Herrera como Carmen en el Metropolitan. Foto: Beatriz Schiller

Hay más de una gitana memorable en la tradición lírica, y Nancy Fabiola Herrera sabe interpretarlas a la perfección. Desde que debutó como Carmen en el Metropolitan de Nueva York, en 2005, mostró que el rol de la cigarrera de Georges Bizet le calza como un guante. Pero también supo encarnar con pareja convicción a otras gitanas célebres: a la sufrida Salud de La vida breve (de Manuel de Falla) o, entre otros roles verdianos, a la sombría Azucena de Il trovatore.
De manera poco usual, Herrera conjuga rigor técnico y versatilidad. Dejó en claro su familiaridad con el repertorio belcantista en muchos roles para mezzo de Bellini, Rossini y Donizetti. Al mismo tiempo, supo incorporar las inflexiones del cante jondo al momento de entonar las canciones del ballet El amor brujo: otra vez Manuel de Falla, de quien Herrera interpreta sus Siete canciones populares españolas con emotiva sobriedad. Muchas veces junto a Plácido Domingo, encaró la zarzuela con el rigor interpretativo que el género merece; lo mismo que la canción española de concierto, tal como lo demuestra su álbum dedicado a Antón García Abril.  Por otra parte, su dedicación a la lírica francesa de Massenet y Saint-Saëns no le impidió interpretar la ópera-tango María de Buenos Aires, de Astor Piazzolla.
Nadie que escuchara la suavidad aterciopelada con que habla Nancy Fabiola Herrera podría imaginar la potencia que su voz puede alcanzar sobre un escenario. La cantante nació en Caracas, de padres canarios, pero a los cuatro años regresó con ellos a su isla de origen. Su formación musical se desplegó en Gran Canaria, luego en Madrid y más tarde en la Juilliard School de Nueva York.
Por primera vez en la Argentina, la gran mezzosoprano debutará en el Teatro Colón cantando el rol protagónico de La italiana en Argel, ópera bufa de Gioachino Rossini. En entrevista con Infobae Cultura, comenzó hablando de sus primeros pasos en la música.
– Leí una entrevista donde usted afirmaba algo que, hoy en día, parece inverosímil: "Nunca pensé que tuviese un instrumento como para dedicarme a la lírica".
– Bueno, es que no era algo obvio. Cuando era pequeña, yo sólo cantaba boleros y esas cosas, con mis amigas. En mi casa era muy seria, pero en la escuela era un poco payasa. Y mis amigas me decían: "Cántanos, Nancy". Y yo cantaba las canciones pop de la época, y a ellas les gustaba. Estudiaba música desde los ocho años: mis padres me pusieron en el Conservatorio a estudiar solfeo y piano, en Gran Canaria. Después, ya cuando estuve en el bachillerato, adolescente, pasando un día por delante de la sala donde ensayaba una coral femenina, cuyo director era mi profesor de piano del Conservatorio, las escuché cantando espirituales negros. Y yo quedé tan fascinada… Dije: "¡Ah, qué bonito, quiero cantar esto!". Entonces hablé con él, me hizo una prueba y me dijo: "Tienes buena voz". Entonces me tomó. Y hacíamos polifonía y canciones armonizadas. Esa fue mi primera introducción a lo que era ya un poco un canto más clásico. Ahí hice mis primeros solitos. Mi primer solo fue en un espiritual negro. Tanto me fascinaban, que después en el resto de mi carrera siempre los pongo en mis recitales.
– O sea que los negro espirituals significaron su entrada a la música.
– Sí, eso fue mi entrada y fue mi descubrimiento de la música. A raíz de estar en ese coro, luego el director me propuso pasar a la coral mixta, que eran ya artes mayores. Y entonces terminó el bachillerato y yo me planteé qué iría a estudiar. No quería una carrera muy larga. Me gustaba la historia del arte, la geografía, los idiomas. Entonces me dije: "El turismo. Voy a estudiar para ser guía turística". Hice la prueba en la escuela oficial, me aceptaron, y entonces me fui para Madrid a estudiar turismo.
– ¿Estuvo a punto de dejar la música por el turismo?
– Allí continué el Conservatorio, cambiando la matrícula. El único conservatorio superior que había en España era el de Madrid. Yo hice la prueba de piano y no me aceptaron. No tenía el nivel necesario. Pero yo no iba a ser pianista concertista. Lo hacía como hobby, como algo complementario. Pero yo quería terminar las asignaturas y me dije: "¿Qué hago? Voy a hacer las pruebas de canto". Me preparé un par de piezas. Yo hasta entonces no tenía idea ni de zarzuela ni de ópera. Hice las pruebas y para mi sorpresa en el jurado estaba Pedro Lavirgen –un tenor legendario– y una mezzosoprano –María Luisa Castellano–, a quien le gustó mucho mi voz. Me tomó como alumna y ella fue la que me abrió el mundo de la lírica.
– ¿Fue ella quien le presentó la partitura de Carmen?
 – Fue ella, efectivamente. Lo primero que me presentó fue el rol principal de Carmen y Azucena (de Il trovatore, de Verdi), ¡imagínate! Yo tenía 18, 19 años… Cuando me enseñó la partitura de Carmen, quedé enamorada: de ese personaje, de esa música. Y dije: yo quiero cantar esto. Y ella me decía "esto va a ser perfecto para ti". Empecé a estudiar como loca Carmen, la Maddalena de Rigoletto, hasta la Azucena. Para obtener una pequeña beca en España, me presenté cantando el "Condotta ell´era in ceppi" (aria de Azucena) . Con esa edad: ¡lo que es la ignorancia! Pero, bueno, me gané la beca (risas). Y entonces con esa beca, a los seis meses de estar estudiando con esta maestra, ella me dijo: "Hay un director de una compañía de zarzuela que va a hacer una gira por Latinoamérica, y necesita gente para llevar en el coro. Y yo le he hablado de ti".
– ¿En algún momento de su carrera se enfrentó con dudas acerca de la tesitura de su voz?
 – Sólo hubo una persona que tuvo dudas. Desde que empecé, nadie tenía dudas. Pero hubo un momento en que yo pasé por una crisis personal: ya estaba estudiando en Estados Unidos, y fui a hacer el concurso Alfredo Kraus en Canaria. Estaba pasando una crisis muy fuerte, y empecé como a "tragarme" la voz: me quedé sin voz. No era nada físico, sino algo emocional. En ese proceso de decaída, hice ese concurso, y canté bien, al menos en mi opinión. Pero, a partir de una sola pieza que me escuchó Alfredo Kraus, él dijo "Ella no es mezzo". Fue el único que dijo eso. Imagínate: se me cayó el mundo encima. ¡Era lo que me faltaba! Yo que venía con falta de confianza, de autoestima…
– ¿Kraus estaba dictaminando que su voz era la de una "soprano encubierta"
– Él, por una sola pieza que canté, determinó que yo era soprano. El aria era "Che farò senza Euridice" (de Orfeo y Eurídice, de Gluck). Fue la primera persona en mi carrera que puso la duda. Y justo yo venía de un proceso de duda, pero a nivel ya de autoestima. También había tenido un desengaño amoroso, jovencita, que me dejó muy mal, y ahí empezó la falta de confianza. Yo había dejado que mellaran mi autoestima.
– ¿Y cómo recuperó esa confianza en su propia voz?
– Fue así: me fui a Italia un mes, para aclarar las ideas. Me habían recomendado una maestra: yo ya estaba estudiando en Julliard, esto cayó en verano. Ni bien me escuchó cantar una escalita, ella dijo: "no, no, no, usted es soprano. Para cantar Mimì" (de La Bohème, de Puccini).  Ya ahí yo dije: "Ahhhh, yo no sé qué va a ser de mí". Me enteré de otra maestra, una señora mayor, muy sabia, que era también agente, pero que era una muy buena maestra de canto en Milán, y fui a ella, le conté todo lo que pasó. Y ella me dijo: "Usted lo que tiene es emocional. A veces suceden estas cosas en la vida. Entonces usted tiene que ser muy paciente; tiene que trabajar y tiene que volver a largar su voz. Vamos a trabajar". Las clases con ella fueron muy buenas. Yo ya había hecho bastantes roles, y empecé un poquito a encontrar la luz. Después volví a Nueva York y audicioné para un maestro, recomendado por un compañero mío. Y este maestro me dijo: "tienes una voz preciosa, claro que eres mezzo. Vamos a trabajar. Hay que sacar esa voz". Él era muy positivo, y me dio mucha confianza. Y en poco tiempo, todo cambió. Yo tengo una tesitura amplia. Muchas veces se piensa que una mezzo que tenga agudos potentes y fáciles es una soprano encubierta. No señor, una mezzo tiene que tener agudos, porque el repertorio los exige. Yo tuve que trabajarlos, no es que los tuviera de natura.

– En relación con el Rossini de La italiana en Argel, una ópera bufa, ¿qué desafíos le plantea un personaje como el de Isabella?
– Siempre el desafío en Rossini es la virtuosidad. Siempre un rol rossiniano te obliga a reajustar el mecanismo: tienes que quitarle peso a la voz, tienes que aligerarla, para poder hacer todas las coloraturas, y darle a la música el carácter que lleva. Entonces, el reto está en eso, en pasar de un repertorio de mucho más desgaste a la vocalidad de Rossini. El reto está en saber negociar, balancear color y peso. Que puedas cantar el rol con la ligereza suficiente para que la voz se mueva, sin perder el color. Eso en cuanto a la parte técnica. En cuanto a la parte del personaje, para mí no es difícil: yo tengo mi parte de payasa, me encanta la parte cómica. Me encanta lo dramático, pero me encanta también la parte buffa. Entonces me divierto mucho.
– ¿Qué momento atraviesa hoy en día el repertorio del bel canto? Parece haber habido una era de apogeo, en la que coincidieron grandes cantantes (Marilyn Horne, Joan Sutherland, etc.). Entonces se cantaba mucho esa música. ¿Hoy es diferente?
 –Esto es cíclico. A lo largo de las épocas de repente se ha puesto de moda. Esos cantantes pertenecieron a una generación que reflotó un poco todo este repertorio. Entonces, hoy en día, se juegan varias cosas. La variedad, por un lado: se quiere programar un poco de todo, lo cual me parece bien. El repertorio belcantista se sigue programando: quizás no con tanta asiduidad como hace unos años atrás. Pero esto también tiene que ver con la crisis económica. En un momento determinado, los teatros tuvieron que cambiar las programaciones y volver a las óperas más conocidas, aquellas por las que el público en general tiene más devoción: suelen ser más bien Puccini, Verdi, Carmen. Para llenar los teatros, lo llenan mejor con ese repertorio que con repertorio belcantista, que es más de conocedor, no del público en general. No creo que sea una cuestión de voces: las voces para cantar este repertorio están. Por otro lado, ahora, al llegar a un teatro, se acortan los períodos de ensayo, por una cuestión económica también. El rigor de estudio y preparación que yo tuve cuando empecé en Estados Unidos se ha ido perdiendo. Por ejemplo, el trabajo de los maestros con las voces, al preparar una ópera, para igualar los timbres o los colores, cuando cantabas un dúo: todo eso, hoy en día no se hace apenas. Se apunta a poner todo junto, a ensamblar y… ¡venga, que salga!


Nancy F. Herrera como Luisa Fernanda, junto a Plácido Domingo. Foto: Francesca Paraguai

– Una de las características de su perfil como artista es la versatilidad. Entre su amplio repertorio, se destaca su aporte en el terreno de la zarzuela y su deseo de recuperar la tradición de la música clásica española.

 – Mira, yo soy muy curiosa. Como artista, no creo en especializarme en una cosa. Creo que me estoy perdiendo un montón de otras cosas. Uno tiene que abordar diferentes estilos: siempre que sean cosas adecuadas a tu voz, es decir, cosas que puedas defender. En mi caso, creo que mi voz me permite hacer diferentes cosas: entonces, vamos a explorar lo que mi voz puede hacer. Dentro de eso, siempre me ha gustado hacer incursiones en diferentes estilos. Creo que de cada uno de ellos he aprendido muchísimo, te hacen más completo.  Si tu gusto va en especializarte en una sola cosa, también es muy respetable. No es mi caso, a mí siempre me ha gustado incursionar en varios papeles. Pero mi responsabilidad, como latina y como española, es ser un exponente de nuestra música.

– En relación con eso, tengo la impresión de que usted le aporta a la zarzuela cierta inflexión operística (que quizás le corresponda al género, por naturaleza). Y, a la vez, cuando hace ópera, le imprime a veces cierta frescura de canto popular, por ejemplo al entonar la seguidilla de Carmen.

 – Nombras la seguidilla: la seguidilla es un ritmo popular. Si bien está sublimado por el repertorio francés, siempre hay que añadirle un puntito, el puntito de su origen. En cuanto a la zarzuela, por desgracia hubo un momento en que se cantaba de cualquier manera. Se asociaba el cantar zarzuela con algo de poca calidad. No señor: a una zarzuela hay que acercarse con el mismo respeto que a una partitura de ópera. La vocalidad que se le tiene que dar tiene que ser la mejor posible. No porque sea zarzuela, la canto pues como sea. No, no, no. Con nuestra característica, y con nuestro puntito popular, pero siempre con un rigor vocal. Uno de los precursores y de los que ha realmente puesto mucho énfasis en hacerla bien ha sido Plácido (Domingo), te guste o no. Y ha intentado que salga de nuestras fronteras, presentarla como Dios manda, con buenas producciones. Cuando tú interpretas tu música afuera, la gente se vuelve loca. Es que la música española, y latina, gusta muchísimo. Ya es hora de que, de una vez, nuestros programadores apuesten por nuestro género, y por la ópera en español. Hay mucha ópera en español, que no se interpreta. Tienes al mexicano Daniel Catán, que tiene unas obras bellísimas. Pero sus obras apenas se programan. Los EE.UU. comisionan más ópera española a veces que la que se comisiona en España. ¿Cómo puede ser eso?
– ¿Lo mismo valdría para el caso de la Argentina?
-Aquí también tienen una música clásica extraordinaria. Acá tienes un Víctor Torres que, cuando canta música argentina…, Dios mío de mi vida, yo le beso los pies, ¿entiendes? Porque tienen ustedes unos compositores y una música que no tiene nada que envidiarle ni a un Schubert ni a nadie. Es música maravillosa. Entonces, ¿qué pasa? No se fomenta, no se apuesta a ella, pues se cree que lo que más vende es lo italiano, lo francés y lo alemán. No señor, programe usted lo suyo, dé a conocer, eduque. Es nuestra responsabilidad como artistas, pero también son responsables los programadores y los medios. Creo que no hay una apuesta por un arte que es un poco más sublime, pero no menos apasionante.
– Próximamente, usted va a cantar en Montevideo el rol solista en la Tercera sinfonía de Mahler…
 – Yo soy mahleriana. Me fascina Mahler. Es uno de mis compositores preferidos. Tiene una profundidad… Es muy, muy hermoso.

– … y, por otro lado, la ópera La vida breve, en Manchester.
  Es otra de mis obras favoritas.
– Hábleme de la protagonista de esa ópera de Manuel de Falla. ¿Salud es una especie de anti-Carmen?
– Es como la parte opuesta de Carmen. Ella es una mujer…, una niña que cree en el amor romántico, que se entrega a un hombre del que está enamorada, de una clase que no es la suya. En Andalucía, las diferencias de clase son algo fuerte, incluso hoy en día: en esa época mucho más. Está la clase de los "señoritos", la familias nobles, de dinero, y el resto aparte, más aún si eres gitano. Entonces el señorito se aprovecha: le gusta la gitana, la convence, la seduce y ella se entrega con la ilusión de que él va a ser su amor. Es el típico hombre que sabe que se casa con otra mañana. A lo mejor no está enamorado de la otra, pero es una niña de una familia "bien", con bienes. Quizás le mueve más Salud, y quizás se siente más atraído hacia ella, pero sabe que una mujer que pierde la virginidad en esa época –y más tratándose de una gitana– ya está: está acabada. A él le importa tres pepinos. Sabe que se va a casar mañana con la otra y sin embargo ha estado con ella la noche anterior. Entonces, Salud es una mujer muy sufridora, con muchos miedos. Tiene una visión fatalista de la vida. La idea de la muerte ronda: una superstición muy de su cultura. Pero es una mujer con cierta tristeza, que necesita la afirmación de alguien para sentirse completa. Cuando no está este hombre, ella siente que se muere, se ahoga, que le falta la vida, que le falta todo. Nada que ver con Carmen. Son dos gitanas, pero son dos personajes antitéticos.
– ¿Qué desafíos vocales le deparan sus roles futuros?
– Yo empecé a hacer mis incursiones en Verdi con Éboli (la Princesa de Éboli, en Don Carlo), algo que me gustaría seguir desarrollando. También me gustaría debutar en el rol de Amneris (en Aída), que llevo trabajándolo hace tiempo. Tengo una espinita clavada que es Octavian (de El caballero de la rosa, de Richard Strauss): me hubiese encantado hacerlo. No tiro la toalla: ojalá se dé, sería muy lindo poder hacerlo… Pero siempre el desafío principal consiste en seguir llevando una vocalidad sana. Ir tomando riesgos calculados, en ciertos roles con los que uno se enfrenta. La voz va cambiando, ¿no? Entonces, hay que ir viendo qué roles se pueden ir tomando: dónde la voz se siente bien, dónde sientes que puedes cantar cómodamente. O cuáles son los roles de los que, a lo mejor, dices: "Bueno, esto ya no lo voy a hacer más". Creo fervientemente que, aunque vaya siempre hacia roles más pesados, tengo que volver al bel canto, porque eso es lo que determina la salud vocal, en relación con el resto. Por eso vuelvo a Rossini: porque te obliga siempre a poner la maquinaria a punto.
*Nancy Fabiola Herrera se presentará en el Teatro Colón, interpretando a Isabella, en La italiana en Argel de Gioachino Rossini; en las funciones extraordinarias, el rol quedará a cargo de Florencia Machado. La ópera se representará los días 4, 5, 9, 10 y 11 de mayo a las 20:00 y el 6 a las 17:00; con Xabier Anduaga, Nahuel Di Pierro, Oriana Favaro, entre otros cantantes. La dirección escénica es de Joan Anton Rechi y la dirección musical, de Antonello Allemandi.

https://www.infobae.com/america/cultura-america/2018/04/29/nancy-fabiola-herrera-en-el-teatro-colon-ya-es-hora-de-que-nuestros-programadores-apuesten-por-la-opera-en-espanol/

"LES SIMPSON" VIENNENT DE BATTRE UN TRÈS VIEUX RECORD DE LA TÉLÉ AMÉRICAINE


Six-cent-trente-six épisodes, et pas un de moins.



Par Paul Guyonnet
FOX VIA GETTY IMAGES
"Les Simpson" viennent de battre un très vieux record de la télé américaine
SÉRIES TÉLÉ - 636. Depuis ce dimanche 29 avril, les fans les plus inconditionnels des "Simpson" ont eu droit à 636 épisodes en prime time de leur programme favori sur la Fox. Un chiffre loin d'être anodin puisqu'il offre tout simplement à Marge, Homer, Lisa, Maggie et Bart un record majeur de la télévision américaine: celui de la série au plus grand nombre d'épisodes diffusés en heure de grande écoute.

Les personnages jaunes créés par Matt Groening délogent ainsi le précédent détenteur du record: "Gunsmoke". Entre 1955 et 1975, ce feuilleton western avait eu 635 épisodes diffusés en prime time sur la chaîne CBS. Avant de voir son cadet en animation dégainer plus vite, donc.
Et pour l'occasion, la famille la plus célèbre d'Amérique s'est offert un clin d'œil à l'adresse de "Gunsmoke". Ce 29 avril, le personnage le plus emblématique de la série des années 1950 a été froidement abattu au terme d'un duel par la redoutable Maggie Simpson. Une manière plus qu'honorable pour une troupe de cow-boys de céder leur place dans l'histoire de la télévision américaine.

https://www.huffingtonpost.fr/2018/04/29/les-simpson-bat-le-record-de-la-serie-la-plus-longue-en-prime-time-a-la-television-americaine_a_23423243/?utm_hp_ref=fr-homepage

TROPPI TURISTI FINO AL 1° MAGGIO: VENEZIA PRONTA A CHIUDERE LE CALLI


Da sabato al primo maggio stretta per pedoni e barche. Avvisi online. Il sindaco Brugnaro: giorni da bollino nero
di Francesco Bottazzo
Il «bollino nero», come in autostrada quando sono previste le grandi partenze, semplifica il sindaco Luigi Brugnaro. Venezia si prepara a chiudere le calli, istituire deviazioni e sensi unici, spostare le barche granturismo da San Marco a una zona più decentrata, per far fronte all’assalto previsto dei turisti nel ponte del Primo maggio. L’antipasto estivo di ingorghi, code nelle strettoie e agli imbarcaderi dei vaporetti c’è già stato a Pasqua, per questo Ca’ Farsetti ha deciso di correre ai ripari e sperimentare una gestione interattiva dei flussi. «Vogliamo difendere e salvaguardare Venezia — spiega Brugnaro — è un impegno che ci siamo presi con l’Unesco , ma soprattutto con i residenti».


Prenotazione obbligatoria
L’obiettivo del sindaco-imprenditore è di avere poteri più ampi per chiudere gli accessi al centro storico nei giorni di maggiore afflusso introducendo la prenotazione obbligatoria e un ticket. Per farlo serve un provvedimento ad hoc da parte del governo, che potrebbe rientrare all’interno della nuova Legge speciale per Venezia richiesta a gran voce dall’amministrazione e dalle categorie economiche. Nel frattempo deve gestire, con quanto stabilito dalla legge, i quasi trenta milioni di turisti che ogni anno arrivano in laguna. L’ordinanza firmata in questi giorni dal primo cittadino per «garantire l’incolumità pubblica, la sicurezza e la vivibilità della città storica» è il primo passo: Brugnaro parla di sperimentazione ma già pensa di replicarla anche per tutta l’estate. «Venezia è delicata, faremo delle prove di gestione ma, al di là di coloro che si lamentano sempre, non vogliamo cacciare i turisti, se rispettano la città sono i benvenuti. Con il bollino nero però informiamo quanti vogliono venire che nei prossimi giorni potrebbe esserci un’affluenza straordinaria, tale da renderne difficoltosa la visita», dice. Nel ponte della festa dei lavoratori sono infatti previsti numeri da record, le camere degli hotel sono quasi tutte prenotate, è probabile che le presenze superino le 200 mila del weekend di Pasqua. Non è un caso quindi che Brugnaro abbia invitato i day tripper (i visitatori mordi e fuggi) a scegliere altre date per la gita in giornata. Comunque sia, da sabato 28 aprile a martedì 1° maggio sono pronte a scattare misure per deviare il traffico pedonale e acqueo, chiudendo ad esempio al transito il ponte della Costituzione o l’accesso alla Lista di Spagna che dalla stazione porta direttamente a Rialto. Il Comune li definisce «blocchi a stantuffo» evidenziando che la chiusura sarà prevista solo nei momenti di ressa e a intermittenza, e solo per i turisti.

Residenti con la tessera
Residenti, lavoratori e pendolari infatti potranno circolare liberamente muniti di Venezia unica, la carta per i trasporti. I lancioni granturismo provenienti dalle spiagge e dall’entroterra che ogni giorno riversano direttamente a San Marco centinaia di persone contemporaneamente invece, verranno spostati a Fondamenta Nuove, in una zona più decentrata del centro storico, mentre nel caso in cui i parcheggi di piazzale Roma siano esauriti la polizia municipale limiterà la circolazione delle auto sul ponte della Libertà. Gli utenti verranno aggiornati sulle possibili deviazioni attraverso i profili Facebook e Twitter della polizia locale e i siti istituzionali; chi non rispetterà le disposizioni rischia una multa da 25 a 500 euro. Prove di numero chiuso.

http://www.corriere.it/cronache/18_aprile_26/turisti-divieti-venezia-citta-si-prepara-chiudere-calli-spostare-navi-granturismo-san-marco-4839f3b2-48be-11e8-8b32-697e76a4f827.shtml

LUJOSO ENSAYO GENERAL 2DO CAST. TEATRO DE LA ZARZUELA. RUEDA DE PRENSA LA TABERNERA, 3 DE ABRIL. Y "EZIO FRIGERIO Y FRANCA SQUARCIAPINO, UNA VIDA JUNTOS SOBRE EL ESCENARIO", MUSEO NACIONAL THYSSEN-BORNEMISZA

 “No una superproducción en coste monetario, sino en talento” (Daniel  Bianco.. director)

Música de Pablo Sorozábal y libreto de los dramaturgos Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw.

Convocados a mediodía del 3 de mayo, los medios de comunicación, en el Teatro de La Zarzuela de Madrid, para la presentación de una obra icónica y legendaria que, probablemente se limitará a dos únicas funciones, debido a las huelgas convocadas por el personal del coliseo, como respuesta a la fusión atropellada de esta sala con el Teatro Real, decidida por los gestores de este último y sellada por un decreto-ley al cual le falta todavía desarrollo y claridad.
La rueda de prensa, con el elenco prácticamente al completo, profusión de periodistas, cámaras, preguntas y explicaciones, al frente de la cual, un Daniel Bianco más director que nunca, concertando, desdramatizando y centrando la cuestión en lo que debía ser la mañana, otra ocasión para hablar de teatro y de la lírica.  A pesar de esto, en todo momento respondiendo con ecuanimidad y sin angustia aparente, a las preguntas sobre el futuro de las representaciones, que quedaría más aclarado, justamente esta misma tarde, con la recepción del estado de la cuestión por parte de los representantes de los trabajadores.

Sobre esta producción, el director Daniel Bianco, comentó que, "Hablamos de la producción más esperada de esta temporada. Una obra maestra que nadie cuestiona debido a su buena partitura y pasión teatral y que, básicamente, se ha convertido en leyenda".

El director musical, Caballé-Domenech, que debuta ahora en La Zarzuela, expresó, comentando la partitura, "En el arte, en general, se puede considerar que es una obra maestra cuando se transmiten sentimientos. En este caso, se produce una plasmación de las emociones tanto en la música como en el texto, componiendo el maestro Sorozábal una unidad perfecta”.
Por su parte, el responsable de escena, Mario Gas, junto a los legendarios Ezio Frigerio y Franca Squarciapino (la última en La Scala de Milán, en la elaboración de otra producción), abundó en la relación estrecha que lo vincula a esta obra, que cantó en su día su padre, al día siguiente de nacer él, en Montevideo.
En ese sentido, dijo que su participación está " repleta de una muy especial carga de emotividad y conocimiento, aunque ha tenido "un especial cuidado en no dejar libre al sentimentalismo, sino en que sea la historia, con su potencia y sus aventuras, la que emerja por sí misma con toda su fuerza. Podría haber hecho cualquier cosa con ella-agregó-, trasladar la historia a cualquier lugar y a cualquier época, como he hecho tantas veces con tantas obras, pero pensé que era mejor dejar que este romance marinero respirara por sí solo".

La Tabernera tiene dos repartos, muchos de los cuales intervinieron en la presentación de hoy, donde se dan cita Sabina Puértolas (que intervino algo extemporáneamente en un momento, afirmando que “la zarzuela fue, es y seguirá siendo española y de todos los españoles”) y Marina Monzó en el papel de Marola, además de Ángel Ódena (siempre elegante y apropiado en sus comentarios), Javier Franco, Antonio Gandía, Alejandro del Cerro, Rubén Amoretti (que confesó  cierta incomodidad en la relación artística que mantiene con el director Mario Gas), David Sánchez, Ruth González, Vicky Peña, encantadora, señorial, una dama, Pep Molina, Ángel Ruiz, Abel García, Carlos Martos y Didier Otaola. Esta zarzuela cuenta como es habitual, con la actuación de la Orquesta de la Comunidad de Madrid (Titular del Teatro de La Zarzuela) y su Coro Titular, dirigido por Antonio Fauró.
Al terminar la rueda de prensa, un  aperitivo, tal vez para pedir a los dioses (los mortales descartados en esta ocasión), que sean propicios con una producción que tanto esfuerzo y dedicación ha costado. “No una superproducción en coste monetario, sino en talento”, había señalado momentos antes Bianco.


El maestro Frigerio, podría haber armado él solo una rueda de prensa, con sus miradas, con sus silencios, con ese aire de “rêverie”, para utilizar un término que hizo suyo esta mañana de alto voltaje emocional y artístico. Y esa su dulzura intrínseca que le da una inmensa carrera, infinita hasta hoy mismo, como si pensara, mientras no pierde detalle de todo lo que ocurre, como el estoico fundacional Zenón de Citio, “El pensamiento debe ser más fuerte que la materia, y la voluntad más poderosa que el sufrimiento físico o moral”.
En un español perfectamente comprensible e inspirado, expresó que "es especialmente difícil hacer zarzuela, porque es una extraña mezcla de ópera y teatro hablado", y que este desafío teatral (su enésimo), "es un mundo muy realista al tiempo que fantástico, por lo que ha tenido que crear un ambiente onírico, como un sueño ".
Y como un regalo delicioso y sabio para tanto desasosiego, incertidumbre e implicación afectiva y artística desperdiciadas, confesó encontrarse "emocionado y encantado con Madrid. He trabajado en todos los grandes teatros del mundo, aseguró y estableció una relación que comenzó por el Teatro Colón de Buenos Aires (donde colaboró en cinco ocasiones) y en ningún lugar he encontrado lo que he visto aquí: el trato, el amor por el teatro y la simpatía. Amo el Teatro de la Zarzuela, amo Madrid y soy inmensamente feliz". Un caballero italiano, claro.

Fotos y texto, Alicia Perris

.

El Museo Thyssen y el Teatro de la Zarzuela presentan "Ezio Frigerio y Franca Squarciapino. Una vida juntos sobre el escenario", una exposición en torno a la relación artística de este genial matrimonio, formado por uno de los grandes escenógrafos de la historia y una de las más reconocidas y singulares diseñadoras de vestuario para cine y teatro.


La muestra reúne algunas piezas, fotografías y material audiovisual de sus producciones teatrales, en las que suelen trabajar juntos, y coincide con el estreno en el Teatro de la Zarzuela de La tabernera del Puerto, con escenografía y vestuario de ambos artistas.

ULTIMAS NOTICIAS: 4 DE MAYO, RUEDA DE PRENSA EN EL THYSSEN CON EZIO FRIGERIO, FRANCA SQUARCIAPINO, DANIEL BIANCO, DIRECTOR DE LA ZARZUELA, NURIA ESPERT Y UN GRUPO DE ASISTENTES NUTRIDO EMBEBIDO EN LA EMOCIÓN Y LA ENTREGA. ¡QUÉ LUJO Y QUÉ DISFRUTE! 

ABSOLUTA DISPONIBILIDAD DE LOS HABITANTES HABITUALES DEL MUSEO THYSSEN, UN BARCO QUE DIRIGE, CON MANO SUAVE Y DEDICADA SU DIRECTOR, GUILLERMO SOLANA Y UN EQUIPO ABSOLUTAMENTE DISPONIBLE.


LA EXPOSICIÓN, COLORISTA, IMAGINATIVA, RICA, DESCUBRE EL RECORRIDO CREATIVO DE UNA PAREJA INIGUALABLE Y MÍTICA EN LA HISTORIA DE LA ESCENA. UN PRIVILEGIO EL TANDEM INSTITUCIONAL DEL MUSEO THYSSEN CON EL TEATRO DE LA ZARZUELA PARA UNA "TABERNERA DEL PUERTO" ÚNICA. AD MULTOS ANNOS. UNA VERDADERA BENDICIÓN ASTRAL.

EN LA ZARZUELA, UNA FUNCIÓN LUMINOSA Y CONSEGUIDA DE LA OBRA CON SU SEGUNDO ELENCO. OTRO DESCUBRIMIENTO EN UN ENSAYO GENERAL, QUE, POR CUESTIONES DE TODOS CONOCIDAS EN EL ÁMBITO MUSICAL, NO SE PUEDE RESEÑAR. 
Alicia Perris


domingo, 29 de abril de 2018

MUSÉE DE L´ORANGERIE, PARIS. NYMPHÉAS. L’ABSTRACTION AMÉRICAINE ET LE DERNIER MONET


En 1955, Alfred Barr fait entrer au Museum of Modern Art de New York un grand panneau des Nymphéas (W1992) de Monet, alors que ces grandes "décorations" demeurées dans l’atelier de Giverny commencent à attirer l’intérêt des collectionneurs et musées.
Monet est alors présenté comme "une passerelle entre le naturalisme du début de l’impressionnisme et l’école contemporaine d’abstraction la plus poussée" de New York, ses Nymphéas mis en perspective avec les tableaux de Pollock, tels que Autumn Rhythm (number 30), 1950. La réception du dernier Monet s’opère alors en résonnance avec l’entrée au musée de l’expressionnisme abstrait américain. Au même moment est forgée la notion d’"impressionnisme abstrait".


Claude Monet (1840-1926), Saule pleureur, entre 1920 et 1922
Huile sur toile. H. 110 ; L. 100 cm
Paris, musée d'Orsay. Donation de M. Philippe Meyer, 2000
© RMN-Grand Palais (musée d'Orsay) / Adrien Didierjean

C’est sur ce moment précis de la rencontre entre la redécouverte des grandes décorations du maître de Giverny et la consécration de l’École abstraite new-yorkaise que l’exposition du musée de l’Orangerie s’arrêtera, à travers une sélection de quelques œuvres tardives de Monet et une vingtaine de grandes toiles d’artistes américains tels que Jackson Pollock, Mark Rothko, Barnett Newman, Clyfford Still, Helen Frankenthaler, Morris Louis, Philip Guston, Joan Mitchell, Mark Tobey, Sam Francis, Jean-Paul Riopelle et Ellsworth Kelly.
A l’entrée des Nymphéas, un hommage sera rendu à Ellsworth Kelly, artiste américain abstrait disparu en 2015 et dont l’oeuvre ne cessa de dialoguer avec celle de Monet. Cet accrochage est conçu par Eric de Chassey avec le soutien des American Friends of the Musée d’Orsay and the Musée de l’Orangerie.

Commissaire général
Cécile Debray, conservateur en chef, directrice du musée de l'Orangerie
Avec le généreux soutien de la Terra Foundation for American Art, de Ponticelli, Grand Mécène, et de Wilhelm & Associés


MUSEO GUCCI, FIRENZE. IL GUCCI GARDEN



La Maison inaugura il Gucci Garden all’interno dello storico Palazzo della Mercanzia di Firenze. Ideato dal direttore creativo Alessandro Michele, lo spazio ospita una boutique con articoli unici, il ristorante Gucci Osteria da Massimo Bottura, chef premiato con tre stelle Michelin, e l’area espositiva Gucci Garden Galleria curata dal critico Maria Luisa Frisa.

Composta da diverse sale tematiche, la Gucci Garden Galleria incarna la nuova visione della Maison rendendo omaggio all'archivio Gucci con le storiche campagne pubblicitarie, un focus sulle lavorazioni artigianali e oggetti vintage.
L'area espositiva distribuita su due piani si apre con la sala Guccification, dedicata alla doppia G della Maison. Un vocabolario che include anche le forme di espressione più moderne come il GucciGhost di Trouble Andrew o le nuove denominazioni della Maison - Guccy, Guccify e Guccification - scoperte da Alessandro Michele sui social network. Il percorso prosegue nelle sale Paraphernalia, dedicata ai codici della Maison, e Cosmorama, che racconta la storica clientela Gucci del jet-set internazionale e l'evoluzione dell’elemento araldico nel crest della Maison. Al secondo piano della galleria le due sale De Rerum
Natura richiamano i musei di storia naturale ed esplorano la passione di Alessandro Michele per gli animali e i giardini. L'esperienza si conclude con Ephemera, sala in cui è possibile ripercorrere la storia di Gucci attraverso oggetti, video e ricordi della Maison. Tra le tende di velluto rosso del Gucci Garden si nasconde Cinema da camera, un auditorium con proiezioni di film sperimentali come la preview di Zeus Machine/Phoenix, uno short film realizzato da ZAPRUDER filmmakersgroup.


Il Gucci Garden, luogo ipnotico tra immaginazione e realtà, viene rappresentato dal Gucci Eye. Le sale della galleria sono intrise di magnetismo così come il ristorante Gucci Osteria da Massimo Bottura e la boutique di pezzi unici.



https://www.gucci.com/it/it/st/stories/visions/article/gucci_garden

NEW YORK. SPINNING MELODY: THE BEST CLASSICAL MUSIC OF THE WEEK


Spinning Melody: The Best Classical Music of the Week


Sweet Ornamentation
What a relief it was when Lawrence Brownlee — after a timid take on Schumann’s “Dichterliebe” and the challenging New York premiere of Tyshawn Sorey’s “Cycles of My Being” — came back onstage at Zankel Hall on Tuesday with an encore: the oft-covered 1940 song “The Nearness of You.” Mr. Brownlee became a star through the bel canto repertory, but he is also an excellent interpreter of traditional songs and standards. In “The Nearness of You,” recorded here with his collaborator, the nimble pianist Myra Huang, you can hear character and depth that were unfortunately missing from his foray into Schumann’s cycle. (It was also difficult to hear anyone else’s “Dichterliebe” in the shadow of Mark Padmore’s brilliant account with Paul Lewis less than a week before.) Around 40 seconds in, Mr. Brownlee’s coloratura cred comes in handy for satisfying, sweet ornamentation on the words “oh my.” JOSHUA BARONE


A New Cycle
I join the disappointment with Lawrence Brownlee’s practiced, bland “Dichterliebe.” But I was also underwhelmed on Tuesday by “Cycles of My Being,” and that’s as a great admirer of its composer, Tyshawn Sorey. The texts, by the poet Terrance Hayes, were stiff (“could it be that you hate me because you hate yourself?”) and produced stiff music: The score — for violin, cello, clarinet and piano, in addition to voice — was diffident and dreary. Mr. Sorey has done extreme elongation before, as in his evening-length collaboration with the brilliant young soprano Julia Bullock on arrangements of Josephine Baker songs. But in that larger-scale endeavor, there was a more imaginative range of colors and textures, and the super-deliberate pace provided time and space to reflect on subtexts and nuances that were lacking in “Cycles of My Being.” Here’s that gorgeous Baker work, either to dip into or to watch in its 90-minute entirety. ZACHARY WOOLFE


Calm Confidence
Weill Recital Hall, the smallest space at Carnegie Hall, is used most often these days for concerts by young artists. So I jumped at the opportunity on Monday to see the distinguished Swiss cellist Thomas Demenga there, under the auspices of the Walter W. Naumburg Foundation. (Mr. Demenga won the Naumburg Prize in 1977.) It was a rare chance to hear a musician at the top of his game in such an intimate setting, and the audience was rewarded with an elegant program juxtaposing Bach and modern music, all performed with calm confidence. I especially loved his smoky, seductive take on the second Minuet of Bach’s first solo-cello suite; you can get a sense, though paler than the live version, of what he did at 1:17 on this track, part of a recent recording of all six suites on the ECM label. ZACHARY WOOLFE


One-Hand Band
The cello is a bowed instrument — except when it is not. In addition to Bach, Mr. Demenga played Elliott Carter, and Bernd Alois Zimmermann’s Sonata for Solo Cello (1960) at his excellent solo evening on Monday at Weill. For considerable stretches of the Zimmermann — in the movements “Tropi” and “Spazi” (“Tropes” and “Spaces”) — beginning at 6 minutes in this 2015 video from Bern, Switzerland — Mr. Demenga used only his left, fingering hand to determine not just the pitch and character of the sound, but also its rhythm and color. It almost made Bach look easy. JAMES R. OESTREICH
…………………………….
https://www.nytimes.com/2018/04/27/arts/music/classical-music-youtube.html?rref=collection%2Ftimestopic%2FClassical%20Music&action=click&contentCollection=timestopics&region=stream&module=stream_unit&version=latest&contentPlacement=3&pgtype=collection

ESTOICISMO: PARA FILÓSOFOS, ESCLAVOS Y EJECUTIVOS CON ESTRÉS

El estoicismo es una filosofía universal que nos ayuda en tiempos adversos y que nunca ha dejado de ser practicada y leída
GUILLERMO ALTARES

En la Antigüedad, el estoicismo fue una filosofía que cultivaron emperadores y esclavos y, en la actualidad, también ejecutivos con estrés o víctimas de la crisis. Nació en una época turbulenta de la historia de Grecia, el helenismo, en el siglo IV antes de nuestra era, cuando se derrumbaron muchas certezas y el futuro fue más incierto que nunca después de la muerte de Alejandro Magno. Si nos basamos en las mesas de novedades de las librerías, sigue ocupando un espacio importante en nuestra vida intelectual. “El estoicismo ha regresado por muchas razones”, explica Massimo Pigliucci, profesor de Filosofía en el City College de Nueva York, que acaba de publicar Cómo ser un estoico (Ariel). “El motivo principal es que algunos aspectos del mundo actual se parecen al de los estoicos. Vivieron el colapso del imperio macedonio y sentían que no tenían ningún control sobre lo que ocurría. El estoicismo nos enseña a centrarnos en aquello que podemos cambiar y en vivir una existencia ética, a pesar de las circunstancias. Ahora nos encontramos de nuevo ante un futuro incierto, con la amenaza de una catástrofe medioambiental o de una nueva crisis económica. Nos sentimos perdidos y el estoicismo nos proporciona una brújula muy útil para navegar en ese mundo complejo”.



Además del ensayo de Pigliucci, Errata Naturae ha publicado una nueva (y muy cuidada) edición a cargo de Joaquín Delgado de los Pensamientos para mí mismo, de Marco Aurelio, uno de los libros más importantes de la filosofía estoica y una de las obras maestras que nos ha dejado la Antigüedad romana. Ha editado también un volumen titulado El combate por la felicidad, en el que enfrenta un texto del estoico Séneca a un ensayo del ilustrado La Mettrie, inspirado por el epicureísmo. Con la página Daily Stoic, Ryan Holiday ofrece la versión más actual de esta filosofía milenaria. Su web ofrece “una meditación estoica diaria”, que, según explica, siguen 100.000 personas. Es también autor de un libro, The Daily Stoic Journal, que ha vendido decenas de miles de copias. “Creo que ahora practica el estoicismo más gente que en la antigua Roma. Siempre ha sido una filosofía muy útil ante la adversidad y la lucha”.

Aunque muchas veces se interpreta el estoicismo como una defensa de la resignación, en realidad lo que sostenían estos filósofos es que había que actuar hasta el límite de lo posible, pero tener claro que ante algunas cosas, empezando por la muerte, éramos impotentes. “Hay cosas que dependen de nosotros y hay cosas que no dependen de nosotros” son las primeras palabras de El manual para la vida feliz, de Epicteto, del que existen varias traducciones en castellano. Uno de los pensamientos del emperador Marco Aurelio (121-180) resume lo que significa ser estoico: “El arte de vivir se acerca más al de la lucha que al de la danza”.

“Frente a la confiada actitud de los mártires cristianos en una recompensa ultraterrena”, escribe el helenista Carlos García Gual, “el estoicismo no tenía nada que ofrecer, salvo su ideal del sabio, feliz en su autarquía apática, inquebrantable ante los golpes de la fortuna, como un peñasco ante los embates del mar”. El prólogo de García Gual a las Meditaciones de Marco Aurelio en Gredos (el otro título que los traductores dan al libro) es un bellísimo texto para entender tanto el estoicismo como la figura del filósofo gobernante, “de natural sedentario y pacífico, convertido por las urgencias del mando en un emperador viajero y militar”.

Además del fundador de la escuela, Zenón de Citio (336-264 antes de Cristo), las otras tres grandes figuras del estoicismo reflejan la universalidad de este pensamiento. Marco Aurelio fue uno de los grandes emperadores romanos —también implacable represor del cristianismo—. Epicteto (55-135) fue un esclavo que acabó sirviendo para Nerón y que se convirtió en liberto tras la muerte de este emperador. Séneca (4-65) también trabajó como consejero para este gobernante siniestro, que le obligó a suicidarse tras acusarle de traición. Para algunos fue uno de los hombres más sabios del mundo antiguo, para otros un hipócrita, que sirvió a la encarnación del mal para sacar provecho.

Cualquier momento es bueno para recordar la vigencia de este pensamiento de la resiliencia. En estos tiempos turbios de chantajes y vídeos indignos, vuelven a resultar muy útiles unos cuantos pensamientos de Marco Aurelio: “La mejor forma de defenderte de ellos es no pareciéndote”, “Conviene mantenerse recto, no enderezado”, “Siempre que tropieces con la desvergüenza de alguien, de inmediato pregúntate: ‘¿Puede realmente dejar de haber desvergonzados en el mundo?’. No es posible. No pidas, pues, imposibles” o “Los hombres han nacido los unos para los otros. Instrúyelos o sopórtalos”. No pueden ser más pertinentes.

https://elpais.com/cultura/2018/04/27/babelia/1524827015_563848.html